Hay situaciones en las que podemos sentirnos bajo control en todo momento, y esto es muy positivo, en especial si, a pesar de lo complicado que se observan, tenemos la capacidad de no darle el privilegio de abarcar tanto espacio en nuestra mente, puesto que sabemos que el factor psicológico es capaz de hacer más estragos que el ámbito físico. Sin embargo, hay ciertas líneas que son más difíciles de superar que otras, y en esta lista entran los problemas maritales o de pareja.
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Aunque lo más correcto sea siempre ir en busca de soluciones que sirvan para las dos partes, sabemos que llega un momento donde los daños son prácticamente irreparables, y estos daños más comunes son los casos de infidelidad. Por extraño que parezca, nuestro entorno completo comienza a tornarse complicado no cuando sabemos a ciencia cierta de que efectivamente estamos siendo víctimas de un engaño, sino cuando empiezan las sospechas. Así como lo dijimos al principio, el factor psicológico interpreta el rol más importante de esta obra, ya que es el responsable de que actuemos, digamos o pensemos ciertas cosas. Esta, al igual que otras circunstancias, son agujas que no dejan de pinchar nuestra mente en todo momento ¿Qué significa esto? que cualquier decisión que tomemos, sea cual sea el contexto del cual nos refiramos, estarán basadas en el miedo o intriga que tengamos para entonces. Este tema no pasa por alto en ningún caso, aunque sí existen personas que no se dejan influir mucho por este tipo de pensamientos.
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